Otra delicia de la gastronomía marroquí (se nota que me encanta
¿verdad?)
Ingredientes:
200 grs. de garbanzos
cocidos, mejor si son sobrantes de un
cocido madrileño o similar.
2 cebollas
3 tomates maduros
3 zanahorias
2 nabos
2 calabacines
100 grs. de
calabaza pelada
50 grs. de pasas
sin semillas
500 grs. de semola
de cous-cous
1 cucharadita de cúrcuma,
1 cucharadita de jengibre molido, pizca de clavos molidos, pizca de mimienta
negra, pizca de guindillas molidas. Todas estas especias se pueden sustituir por dos cucharadas de ras-el-hanout .
2 litros de caldo
o agua
Hebras de azafrán
1 ramita de
perejil
1 ramita de
cilantro
1 hoja de laurel
4 cucharadas de
aceite de oliva
400 grs. de carne
de cordero (opcional).
Salsa harissa para
servir (opcional)
Preparación:
Calienta el aceite en una cacerola,
añade una cebolla en tiras finas y saltea durante unos minutos.
Añade el cordero en trozos, las especias,
el caldo, las hierbas y los tomates pelados y en trozos. En el momento en que
empiece a hervir añade los garbanzos (si son de bote, bien escurridos) y deja
cocer hasta que la carne este tierna, a fuego suave y con la olla tapada.
Agrega ahora la
otra cebolla, en cuartos, las zanahorias, los nabos y la calabaza, pelados y en
trozos, y las pasas. Deja cocer hasta que las verduras estén tiernas.
Añade los
calabacines en trozos, deja cocer unos 10 minutos y sirve acompañado de la sémola.
Para hacer la sémola, seguir las instrucciones del paquete, ya que no en todos
los casos se cocina igual.
Normalmente se
sirve la sémola con la carne y las verduras, y el caldo aparte, en el que se
puede mezclar un poco de harissa (salsa de guindillas picante), al momento de
servir, si te gusta el picante. Aunque yo nunca se lo he añadido y está igual
de delicioso.